¿Cuántas palabras bastan para escribir una historia? ¿Una? ¿Un millón? A veces sólo las necesarias.
1 de noviembre de 2011
VENDRÁS
Vendrás, lo sé, sin yo llamarte,
enmarañado en cada sueño
que en vano trata de atraparte.
Vendrás, lo sé, sin ser quien eres,
vacío el cuerpo y llena el alma
de ocasos y de amaneceres.
Vendrás, acaso ya viniste,
o puede aún que estés viniendo,
oculto, dentro de un despiste.
Vendrás, lo sé, me encontrarás,
vana ilusión, fugaz anhelo,
y sólo entonces lo sabrás.
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