9 de noviembre de 2011

QUÉ HERMOSA ESTAMPA

Qué hermosa estampa, la de ese perro negro al borde de la calzada, la correa de la mano de su dueña, fundido en un largo aullido con el cielo azul del mediodía. Y le recuerda a los lobos, y piensa, por un momento, que quizás ese perro añora ser lo que sus ancestros fueron. Pero su mente racional le dice que no, que seguramente todo tenga que ver con el ulular urgente de la ambulancia que acaba de pasar. Se abre el semáforo, y la dueña cruza, llevándose el perro y la hermosa estampa que llenó por unos segundos su mirada.

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