Algo en el escaparate, no sabe qué, le hace volver años atrás, a la orilla del mar frío de verano, al cubo y la pala y el rastrillo; a la manita que escurría la arena húmeda formando caprichosos pináculos; al niño que jugaba bajo el sol, que perseguía las olas o dejaba que sus deditos se arrugaran a remojo, ajeno a las llamadas de su madre.
Cualquier objeto, olor, sonido...puede hacer que despierten los recuerdos de la infancia, como el mejor buscador lo haría en nuestro "disco duro".
ResponderEliminarBonita foto.
Besos
La maravillosa máquina que es nuestro cerebro nos lleva a recuerdos que quedaron archivados pero nunca se olvidaron.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho el video, la música es el complemente perfecto para las palabras e imágenes (algunas me resultan familiares)
Y hay en todo ésto ese pequeño misterio de adivinar quién es quién.
Saludos
Tú lo has dicho, Aliana: "puede hacer que despierten los recuerdos". Y es que en mi caso, tengo la sensación de que nunca ese recordar es un acto conscientemente voluntario, sino que siempre llegan a mí como una sorpresa.
ResponderEliminarBesos.
Antes de nada, Rosg, permíteme darte la bienvenida a este blog.
ResponderEliminarY sí,parece que así ha de ser, que los recuerdos se nos quedan ahí, y de vez en cuando vuelven a nosotros. En ese aspecto, el olvido parece más interesante.
Me alegro de que te guste el vídeo -eres la primera persona que lo comenta-. Yo sólo puse los versos; todo lo demás -incluido el seleccionarlos- fue mérito de una amiga.
Y en cuanto a quién es quién, pues...
Un saludo