14 de abril de 2011

CONDENA

                   
                    Uno a veces se condena,
                    y lo hace a amar, a sentir
                    que se deja el corazón
                    en la piel y el alma de otro.
                             
                    Y a pesar de su condena,
                    se cree libre, se vive
                    libre en manos del amor
                    sin saberlo juez y parte.

8 comentarios:

  1. Y en la carcel de unos brazos,
    yo me consuelo pensando
    que no es cadena perpetua.
    Y anhelo mi libertad.
    La busco, la encuentro, la tengo.
    Besos.

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  2. No son ajenos tus versos, Aliana, a mi poema, ni los desmerecen. Al contrario, creo que los enriquecen. Gracias.

    Un beso.

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  3. Tienes razón, no son ajenos. Nacierón con el único fin de continuar la reflexión de los tuyos.

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  4. Lo escrito, Aliana: gracias por tus versos, me gustan mucho.

    Un beso.

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  5. Las personas nos condenamos y atamos a cadenas desde nuestra manera de actuar, guiándonos por los demás, rompemos nuestros vuelos, y algunas veces nos atamos a los recuerdos.

    Bonitos versos.

    Saludos.

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  6. Gracias, María, por tus palabras.

    Y a pesar de lo que digo en el poema, para mí siempre tendré por cierto que el amor nos hace libres para ser como somos, para soñar, para dejarnos llevar...

    Saludos.

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  7. El amor es el sentimiento más profundo de los seres humanos que hace incluso hasta mover montañas.

    Saludos.

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  8. Eso mismo me gusta creer a mí, María.

    Un saludo.

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