15 de marzo de 2011

IV LA ÚLTIMA TORRE

    
     EL ALMIRANTE

Su corazón
De hierro anhela la amada mar.
Cada tarde, cuando el sol se pone,
Un suspiro alivia su pesar.

Bajo la luna
Otea el horizonte, cual vigía,
Persiguiendo un sueño vaporoso
Que asustará el bulicioso día.

     AL POETA

De melosos cálices tú bebiste
Misteriosos néctares flameados
Y viviste antiguos sueños dorados,
Mundos de oro que una vez conociste.

Y fuiste gotas de escarcha. Te fundiste.
Y la escarcha fueron suspirados
Pensamientos de esencias, que nombrados
Tan sólo entonces tú comprendiste.

Y una poderosa fuerza dormida,
Uniendo novhe y día en la lejanía,
Condensando en un sentido disperso

El eterno infinito de la vida,
Moldeando Realidad y Fantasía,
Puso en tus labios un único verso.

     JESÚS

Predicabas tú en un desierto-
En un desierto de odio estéril y sombrío.
Predicabas -sí- en un desierto perdido
En las simas profundas del corazón.
...Y fueron tus palabras lluvia.
...Y fuiste tú semilla germinante
Y oasis y cascada arrullante
En la aridez del corazón.

     DUDA

1

campanas lejanas
en lágrimas mártires
ahogadas
sepultan su eco
en bruma y nada
de duda.

2

la vida y la muerte
clavaron
sus manos con clavos
de duda.
...y en medio un sueño
de nada.

3

morir y no más-
morir y dormir
los sueños,
la vida, la muerte,
sin ser más angustia
de dios.

4

mañana
yemina y brumosa-
cayendo
nadinos los copos
un alma
en su lago ahogan.

5

suspiro nihil
nadando
en mares de sueños
etéreos-
silencio y eco
su voz.

     RILKEANAS

1

La noche...
Silencio bajo la luna
oscura.
La noche...
Silencio y miedo escondido...
                                  oculto...
en las trincheras...
en las palabras que no pronuncias...
en las palabras
                        que ya nunca
                                              pronunciarás.

2

Está el sueño herido
por mil dagas de roja plata.
Y tú quieres soñar...
soñar días felices...
soñar que alguien te espera...
                                               allí...
                                                        ella...
Y son lágrimas
y tú ahogas su dolor...
                                     el tuyo.
Y no quieres soñar...
seguir
          soñando.

3

Duermes.
en tus manos
un pequeño libro abierto,
olvidada en una página
una rosa y una carta
en un jubón.
Duermes.
Duermes sin soñar.
O acaso estás despierto
                                      sin saberlo ya.

4

A través de estepas
y llanuras,
sol y luna extraños, polvo,
sombras, polvo y sombras
que cabalgan día y noche
                         junto a ti,
día y noche por volver.

     MUJER

1

Tú, mujer,
has el fruto prohibido
en tus manos
acogido.
Tú, mujer,
tú has rasgado la ciega
luz
de nuestros velados
días.

2

La señal
de la ira en el cielo.
Dios
ofendido:
su secreto
ha caído.
Manto alguno su cuerpo
cubre ya.
Dios desnudo,
Dios herido,
el Divino también
teme.
Teme la desnudez:
y ésta
es mujer.

3

Has osado
desafiar la Palabra:
el silencio
para ti
se hizo poema.
Eco y voz
las cadenas del Otro
yacen rotas
en los rizos del árbol.

4

Llanto,
con pasión
lágrimas del silencio
piden perdón.
Pero no hay compasión
en los sueños heridos
de los hombres y el dios.

5

Barro,
barro y agua
sin colores:
el triángulo
hecho añicos
en el tiempo
del silencio.
Pero
tú, mujer,
más allá
de la luna y el mar,
tienes
en tus manos
el sueño
imposible del cristal.

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