3 de junio de 2012

VALENCIA


En aquellos días, mientras estuvo pateando sus calles, deleitando sus sentidos en la contemplación de la ciudad, no fue consciente de ello. Sólo más, tarde, de vuelta de aquel viaje, no recuerda ya si días o meses después, cayó en algo: no había, atrapado en la red de su memoria, ningún recuerdo del pasado andalusí de la ciudad: ni una piedra, ni un edificio, nada. Aunque de haber tenido más tiempo y no haber estado sus pasos regidos por el azar, es más que posible que hoy no escribiera sobre lo ausente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario