15 de febrero de 2012

VOLVIENDO LA MIRADA ATRÁS


Cruza el paso de cebra, medio corriendo, mientras se cierra el semáforo. Y al mirar hacia su derecha, hacia la calle desde la que los coches se acercan, cruzando la amplia vía que en tiempos fuera ría que separaba la Puebla Vieja y la Puebla Nueva, unidas tan sólo por un viejo puente de piedra, quizás de madera mucho antes... por un instante su mirada vuelve atrás decenios, siglos, y se imagina el agua, y la orilla del otro lado. Y sin saber por qué, se pregunta si alguna vez alguien cruzaría aquella ría a nado, quizás niños jugando, como los raqueros que siglos después  inmortalizaría Pereda con el leve vuelo de su pluma.

2 comentarios:

  1. Hay infinidad de grandes avenidas que fueron rios o rieras en otros tiempos.
    Y zonas urbanizadas por industrias descomunales que en su tiempo fueron lagos.
    Supongo que es el progreso que nos ha tocado vivir.
    En cualquier caso, cuando te hagas esas reflexiones, hazlo cuando hayas cruzado o antes de cruzar, no cuando el semáforo peatonal esté a punto de cambiar.... que la mente viaja rápido pero los coches en las grandes ciudades, más.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, belkis, por el consejo; pero no soy yo quién se puso a reflexionar sobre tales cosas: yo sólo miré, prudentemente, hacia donde se acercaban los coches. Este cerebro mío... cualquier le cedo este blog y yo me dedico a otra cosa, jajaja.

      Besos.

      Eliminar