Allí, a lo lejos, más allá del horizonte, como un reflejo congelado en el azogue, duerme y espera el pasado de este blog. Duerme, sí, pues las palabras ya no cuentan en él historias, ni siquiera mínimas. Y espera, sí, ¿pero qué? ¿Acaso que su autor vuelva, como se espera que Arturo vuelva un día de Avalon? ¿O quizá sólo una desaparición que él mismo ignora cómo podrá ser? Sí, allí a lo lejos... a veces alguien deja unas palabras, quién sabe si a sabiendas de que lee el pasado, y eso sólo basta para que él vuelva y para que por un momento el pasado se torne presente.
Aunque siempre se dice que se ha de vivir el presente mirando hacia el futuro, a mí no me cabe duda de que el pasado es vital, y que es quien marca lo que ha de venir.
ResponderEliminarEn muchos casos, como en el que mencionas, es casi imposible no mirar al pasado y hacerlo con cierta nostalgia.
Ahora quedaré expectante de saber si sigues caminando por aquí o si vuelves a tus raíces. Un abrazo.
Allá a lo lejos, donde un día nuestras letras se cruzaron, duermen historias y poemas. Duermen pero no mueren, seguirán vivos mientras alguien detenga su camino para recrearse en ellos, por primera o enésima vez.
ResponderEliminarEn este mundo, aparentemente inmenso, podemos navegar buscando nuevos destinos pero no dudes de que, de vez en cuando, se hace imprescindible una visita a los caminos más hollados, conocidos y siempre recordados.
Un beso
No sé, belkis, si el pasado marca lo que habrá de venir; pero sin duda marca lo que fuimos y somos.
ResponderEliminarEn cuanto a volver a escribir en él, no. Quizás mis enrevesadas palabras no dejaron traslucir la realidad del mensaje. No sé si con la imagen que inserto ahora quedará un poco más claro.
Un beso.
Preciosa reflexión, Kunnella. Pero no todas las hermosas palabras de los blogs permaneces, algunas se van con sus autores, quedando a merced de la memoria no siempre fiable de quien los leyó.
ResponderEliminarBesos.