11 de diciembre de 2011

IDIOTAS QUE BRILLAN CON LUZ PROPIA


Pues sí, por qué no admitir a estas alturas que haberlos, hailos. Nunca les había dado mucha importancia, quizás porque nunca había visto a uno en acción. Pero allí estaba él, tranquilamente, disputando el clásico de la jornada desde su sillón, cuando vio en la cara del portero aquella luz verde, láser crepuscular y wagneriano, con que algún idiota intentaba distraerle. Por supuesto, no pasó nada; pero puede que un día pase. Y ese día, los que ahoran brillan con tan particular luz propia no dudarán en hacer de su idiotez la mejor defensa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario