24 de mayo de 2011

FRITZ, UN CUENTO POR ENTREGAS (XXX)- LO QUE EL TRIGO ESCONDÍA

-Buenos días, Teniente Gutiérrez. Soy…

-¡González! ¡Cuánto tiempo!

-¿Me ha reconocido?

-Sí, ¿no me diga que no sabe que su voz es inconfundible? Pero, ¿quería Usted algo o es una llamada personal?

-De momento se puede decir que es personal, aunque tenga que ver con un caso.

-¿Personal? ¿Acaso algún conocido suyo…?

-No, no. ¿Recuerda Usted el accidente del P.K. 42,500?

-Sí, claro; ese caso lo llevo yo mismo. ¿Pero por qué le interesa tanto? En nuestros atestados consta que Usted fue el primero en dar aviso del accidente, pero no consta que manifestara ningún interés particular entonces.

-Quizás porque lo que el voy a comentar ahora no se me ocurrió hasta horas después. He visto los suficientes accidentes de tráfico en mi vida para no saber que hay algo extraño en este accidente. Los daños que se apreciaban en el vehículo de aquella desgraciada familia difícilmente pueden explicarse, con lo que sabemos, de un modo convincente.

-Quiere decir, González,  que con lo se sabía cuando Usted abandonó el escenario de accidente.

-¿Acaso ahora se sabe algo más?

-Sí. ¡Y no se lo va a creer! Como dice Usted, habría sido un accidente como otro cualquiera, quizás incluso sin víctimas mortales, si no hubiera impactando en su trayectoria con un vehículo abandonado en aquel campo de trigo.

-¿Eso que me está Usted diciendo, es cierto?

-¿Le mentiría yo sobre un caso?

-No, supongo que no.

-¿Y sabe lo más extraño, González? El coche abandonado no era un coche normal, era una limusina.

-¿Una limusina? ¡Una limusina! ¡Ja, ja, ja!

-¿Y esa risa, Capitán González?

-¿Sabe Usted que llevo un año largo buscando una limusina fantasma?

-¿Y cree que puede ser esta?

-Pronto lo sabremos, porque supongo que ya habrán comenzado el análisis de sus resto.

-Por supuesto.

-¿Le importa, Gutiérrez, si voy haciendo el papeleo necesario para que el equipo forense que trabaja en el Caso Del’Oro pueda tener acceso a los restos de esa limusina?

-No, por supuesto que no.
 

2 comentarios:

  1. ¡Qué bien! Otro capítulo.
    Espero que hasta dentro de poco.
    Un beso

    ResponderEliminar
  2. Pues sí, Keli, otro capítulo. Y ya van treinta. Y pensar que Fritz iba a ser un relato breve...

    Un beso. Y si es hasta dentro de poco, aquí mismo te espero.

    ResponderEliminar