3 de mayo de 2011

EN UN PUNTO ÍNFIMO DEL CAMINO

A veces, en la cena, alguno se levanta,
y sale fuera y marcha y marcha y marcha,
porque existe una iglesia allá por el Oriente.


Termina de desayunar, se despide y sale y echa a andar. Aún quedan dos horas para la comida y la espera le parece demasiado larga. Y anda junto a la carretera, por el arcén, por pequeños caminos que corren paralelos a ella por momentos. Y no piensa en nada, sólo en seguir la carretera, en llegar a aquel santuario que como en los versos de Rilke está en el Oriente. No es un paraje salvaje, es una carretera entre pueblos, a unos kilómetros sólo de la ciudad, pero allí, en un punto ínfimo del camino, desde el arcén, se gira y, mirando aquel arroyo bajo sus pies, dispara su cámara: y por un instante parece estar en un lejano lugar, quizás un bosque o una selva.

9 comentarios:

  1. Qué tendrán las iglesias. Supongo que conocerás alguna que no es católica, aún así, muchas de ellas me hacen sentir paz.
    Y si el camino es así de bello, mejor que mejor.
    Un beso
    Keli

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  2. Bonita foto. Sin duda la impresión de de estar en pleno bosque.
    Hay que saber mirar lo próximo, la belleza se esconde en cualquier rinconcito. Tú sabes hacerlo.
    Besos

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  3. Pues tú lo has dicho, Keli, ¿qué tendrán las iglesias? Supongo que una larga tradición que hunde sus raíces en la noche de los tiempos, cuando los hombres aún sabían crear espacios para la eternidad. Pero ahora no todas las iglesias se hacen ya así. Y ese santuario hacia el que caminaba no es uno de esos espacios en que mi espíritu se deja llevar por el edificio.

    Aún así, mis motivos tenía para emprender aquella pequeña peregrinación mañanera, entre los cuales está, sin duda, la ignorancia sobre la distancia cierta que me separaba de aquel destino y que me hizo desistir.

    Un beso.

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  4. Gracias, Aliana, por palabras tan hermosas, que mi modesta mirada te agradece.

    Y la belleza, como alguna vez he dicho, quizás esté más en quien mira que en lo mirado.

    Un beso.

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  5. Keli, el camino no era así de bello, diría que al contrario. Pero seguramente por eso me pude fijar en ese punto ínfimo del camino.

    Y perdona si no os digo dónde está, pero hay paraísos que sólo merecen la pena si los encuentra uno mismo.

    Un beso.

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  6. En eso estoy de acuerdo contigo. Los espacios han de ser descubiertos, Si alguna vez vienes por La Mancha, te ayudaré a que encuentres algunos parajes alucinantes en ésta tierra áspera y seca en apariencia.
    Un beso
    Keli

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  7. Muchas gracias, Keli, por esa invitación a ser mi guía por tierras manchegas. Y aunque ahora no vea cercana la ocasión, nunca se sabe lo que puede pasar.

    Besos.

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  8. Se ve por el horizonte del camino paseando a un hombre, va pensativo sin perder detalle de todo lo que captan sus ojos, sin saber el motivo se para, se gira a un lado y allí está, ese rincón apenas mancillado por el hombre, y entrando por la retina le llega.

    Y ve que el camino, a veces insulso, tenía un motivo.

    Un abrazo,

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  9. Casi que me quedo con tu descripición del momento, Saudades, y dejo la mía para quien quiera leerla. Preciosas palabras.

    Un abrazo.

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