No siempre pasa ante aquel edifico, bajo aquella terraza. Pero a menudo lo hace, y no puede evitar nunca mirar hacia arriba, buscar con la mirada y el recuerdo aquella terraza desde la que tantas veces se asomó a través de los ojos de unos prismáticos a la lejanía gris de las montañas más allá de la bahía. Y como un escalofrío que le llena de tristeza y angustia, siempre un pensamiento para aquel amigo, para unos últimos segundos que nunca puede ni quiere imaginar.
A veces surgen los recuerdos significantes.
ResponderEliminarTristes y angustiosos como dices.
Un abrazo.
Goriot.
Sí, Goriot, quizás ese sea el verbo: "surgir".
ResponderEliminarUn abrazo.